Dos hombres se follan a una señora madura. Normalmente en el porno las mujeres emiten algún tipo de gemido o chillido, pero aquí todo sucede en silencio. Era como si estuvieran follando no por placer, sino por el bien del proceso. Al menos se les ocurrió cambiar de posición hacia el final, porque si no era aburrido. Lo interesante es que la señora es muy atractiva y bien formada, pero no tiene ningún entusiasmo.
En realidad no es rubia y gorda, sólo su cuerpo se hunde. Sobre todo las tetas le cuelgan feo, hasta un negro apenas se la puede levantar. ¡Y hace caras cuando un negro la derriba como si no le gustara!