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Resulta que en los países occidentales los guardias fronterizos también aceptan sobornos en especie, cosa que la chica rusa sabía desde hacía tiempo, ya que contrabandeaba tranquilamente algunos paquetes prohibidos y estaba dispuesta a pagar lo que fuera por ello e incluso con gusto, sobre todo cuando hacía una mamada...
Papá tiene un reparto de tareas en la casa: su mujer le cocina, su hija le chupa la polla. Incluso se corre en su coño para darle nietos. Y si se casara, papá, como un hombre honesto, ¡se correría en su boca!