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Este tipo no puede manejar sus finanzas, y no puede proteger adecuadamente a su chica. La mandó con un negro para pagar sus deudas, y ni siquiera sabía que serían dos. Y él mismo se quedó en la puerta por nada. La chica, por supuesto, fue recibida como es debido y azotada en dos barriles, pero la deuda debe ser pagada, y no tuvo más remedio que satisfacer las dos. Lo hizo perfectamente.
Ser sumisa y azotada es el destino de una mujer. Toda perra quiere ser castigada y ahuecada. Y si el amo lo desea, será follada no sólo por sus amigos, sino también por máquinas con pollas. Al mismo tiempo, la doncella se vuelve cada vez más lujuriosa y disponible. La lujuria es ahora su razón de ser.
Me gustaría un largo tiempo en el culo.