Por suerte para el tipo, ahora ha pasado de ser un pajillero a un semental. Ella, como mujer, apreciaba su dignidad, y como perra, no pudo resistir la tentación de tomar su pimienta en la boca. Ahora él azotaría a su mamá todos los días, y ella tomaría su semen en su mejilla. ¡Feliz día!
Los patos adultos adoran a los machos jóvenes para que se los claven en sus hendiduras húmedas. Así que se dirigió a ella a la primera llamada para abrirle las piernas. Y tuvo que correrse en su pico para recordar su "